Alberto Fernández tuvo un vuelo tranquilo desde Buenos Aires a Los Ángeles. Aprovechó el tiempo para releer sus notas vinculadas a los discursos que pronunciará en la Cumbre de los Américas y durmió unas horas antes de arribar a destino. Es la primera vez que llega a los Estados Unidos como Presidente y es probable que tenga un fuerte protagonismo político frente a la decisión de Joseph Biden de excluir a los regímenes totalitarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
“Mi intención es llevar la voz de Latinoamérica y el Caribe a la Cumbre”, aseguró Alberto a Infobae. Y agregó: “Yo vengo a reclamar una verdadera integración sin exclusiones”.
Las declaraciones presidenciales responden a una compleja negociación que involucró a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Nicolás Maduro, entre otros líderes de la región. Alberto Fernández no se sentía cómodo con las exclusiones de Cuba, Nicaragua y Venezuela, y AMLO lo convenció de concurrir a Los Ángeles para “ser la voz de los excluidos”.
En este contexto, el jefe de Estado hablará en nombre de la CELAC durante la primera sesión de la Cumbre de las Américas. Será un discurso que no podrá exceder los 8 minutos –reglas básicas del foro multilateral- y que Alberto Fernández aún corrige en diálogo permanente con Santiago Cafiero (canciller), Gustavo Beliz (secretario de Planeamiento Estratégico) y Jorge Arguello (embajador en Estados Unidos).
En el borrador del discurso que este enviado leyó durante el vuelo nocturno a LA, Alberto Fernández argumentará ante sus colegas de América Latina que la Cumbre no debería excluir a ningún país de la región, que los bloqueos económicos sólo profundizan la pobreza a las sociedades civiles y que la Democracia no puede ser un concepto limitado y bajo la interpretación unilateral Washington.
La participación del presidente no estará ceñida únicamente a las relaciones multilaterales en América Latina. Alberto Fernández además prevé un discurso vinculado a las consecuencias regionales de la guerra ilegal desatada por Rusia contra Ucrania.
El jefe de Estado considera que la invasión ilegal ejecutada por Putin no sólo traerá muerte y desolación en Europa, sino también una profundización de las asimetrías sociales en América Latina y África.
Desde esta perspectiva, Alberto Fernández propondrá una hoja de ruta destinada a mitigar los efectos de la guerra en América Latina. Su preocupación básica es evitar que la suba de los cereales y los hidrocarburos causen una hambruna inédita en los países mas pobres de la tierra.
“Mi intención es convocar a la unidad del continente para hacer frente a los efectos derivados de la guerra”, adelantó el jefe de Estado.
Con los ejes de su agenda geopolítica definidos –integración regional y consecuencias de la guerra en Europa-, Alberto Fernández mantendrá dos reuniones claves con Guterres –secretario general de la ONU- y Justin Trudeau, primer ministro de Canadá.
Durante su encuentro con Guterres, el presidente insistirá en convocar a una mesa de negociaciones para lograr un inmediato alto el fuego en Ucrania, mientras que respecto a Trudeau la intención de Alberto Fernández es explorar la posibilidad de aumentar la inversión de Canadá en la producción de fertilizantes que se hace en la Argentina.
“Hay un mercado que se puede ocupar”, explicó el canciller Cafiero a Infobae.
-¿Es el mercado que dejó Rusia?
-Exacto. Canadá es socio en Profertil, y la idea es acordar un aumento de las inversiones conjuntas.
Pese a las tensiones políticas causadas por la renuncia de Matías Kulfas, se pudo observar un clima distendido en la delegación oficial. Alberto Fernández conversó antes de la cena con Sergio Massa, Carla Vizzotti, Vilma Ibarra y Cafiero, y después volvió a la lectura obligada de los papers que serán la base de su participación en la Cumbre de las Américas.
Cuando el sol apenas brillaba en Los Ángeles, la comitiva aterrizó sin inconvenientes. Eran las 8 AM (12 de la mañana en la Argentina). Alberto Fernández se saludó con los embajadores Gustavo Pandiani, Carlos Raimundi y Arguello, subió al auto oficial asignado por el protocolo de los Estados Unidos y partió a toda velocidad rumbo al hotel Ritz Carlton, adonde se alojará junto a su comitiva hasta que concluya la Cumbre de las Américas.